domingo, 26 de mayo de 2013

El Bayern conquista Europa por 5ª vez


Ayer se vivió el partido de fútbol más importante de cada temporada, la Final de la Champions League. Este deporte se inventó por encuentros como éste y no defraudó en absoluto la primera final alemana de la historia. Ambos equipos exhibieron un nivel de juego brillante que les confirmó a día de hoy como los dos mejores equipos del planeta, muy especialmente al Bayern Múnich que ha alcanzado tres de las últimas cuatro finales. El resultado terminó con un Borussia Dortmund 1-2 Bayern Múnich que bien podría haber sido más amplio de no ser por los porteros.


La Final de principio a fin estuvo marcada por una deportividad inusual entre dos equipos rivales que se disputan prácticamente todos los títulos que hay (tal vez deberían aprender dos equipos de España que yo me sé...). Apenas hubo acciones violentas en el partido a priori más tenso del año, el subcampeón homenajeó al campeón al término del choque y viceversa, los dos entrenadores en rueda de prensa sonrojarían a más de uno en su casa y las aficiones indescriptibles, sublimes...












Entrando ya en el partido, el Borussia Dortmund fue muy superior en los veinte primeros minutos. Anularon la capacidad ofensiva de los bávaros y se dieron un festín de buen fútbol en el que sólo Neuer fue capaz de impedir que el baño futbolístico del inicio se tradujese en tragedia para el Bayern. Reus completó un partido digno de un crack mundial, Lewandowski le metió tanto miedo a Neuer como a Diego López (de hecho Neuer tuvo que salvar dos disparos del polaco que bien podrían haber supuesto sendos goles para el Dortmund) y Gündogan sencillamente estuvo magistral en el medio campo. Todo el juego del Dortmund pasaba de Gündogan a Reus y de Reus a Gündogan, soberbios los dos. No obstante, si no matas a un gigante mientras duerme acabas sabiendo que una vez despierto es muy complicado hacerlo. El Bayern despertó y su hambre se hizo patente a partir del minuto 30 cuando entre Weidenfeller y el larguero evitaron el 0-1 tras un gran remate de cabeza de Mandzukic. Robben continuó acrecentando, al menos hasta el final del partido, su gafe en las finales. El holandés erró dos ocasiones imperdonables para un jugador de su talla. La primera de ellas en un mano a mano que cualquier delantero habría resuelto regateando a Weidenfeller. El problema es que si regateaba al guardameta del Dortmund el balón se le quedaba en su pierna derecha (la mala) y no hay a nada que Robben le tema más que a su diestra. Resolución: una vaselina casi imposible que atrapó Weidenfeller. La segunda de Robben volvió con otro mano a mano. Esta vez fue el "canguelo" lo que pudo con Arjen que sólo vio portero y no portería y le estrelló el cuero a Weidenfeller en la cara. El ¡partidazo! se fue con 0-0 al descanso y con dos porteros que se habían convertido en protagonistas absolutos del encuentro. Neuer, posiblemente el mejor del mundo, y Weidenfeller, que se doctoró como un auténtico porterazo.











En la segunda parte el Dortmund acusó el enorme desgaste físico de la primera mitad y el Bayern se hizo con el control del partido. El nivel de juego se mantuvo pero cambió una cosa: ¡llegaron los goles! El primero en adelantarse en el electrónico fue el Bayern Múnich. Ribéry se inventó un pase imposible entre tres defensas para Robben y éste, tras regatearse a Weidenfeller, centró encontrando a Mandzukic que lograba el primer gol de la noche. La alegría le duró poco al Bayern. Apenas 8 minutos después Dante cometió un penalti tan estúpido como innecesario (debió ser expulsado por doble amarilla y no lo fue, fallo del árbitro) que permitió al Borussia sumar el empate. Gündogan fue el encargado de materializarlo y con su tanto redondeó una noche perfecta individualmente hablando. Con el 1-1 el ritmo no decayó pero según se acercaba el final la ambición, o más bien el miedo, provocó que los riesgos a asumir fuesen los mínimos. Todo hacía indicar que seguiríamos disfrutando de esta pedazo de final al menos treinta minutos más pero apareció el destino e impartió justicia. La historia había sido cruel con el Bayern Múnich, la historia había sido cruel con Arjen Robben. Minuto 88, Ribéry dejó un balón de tacón en el área, Robben apareció como una exhalación y con suspense convirtió el 1-2 definitivo para su equipo. Esta vez no hubo milagro para el Borussia Dortmund en el descuento. El Bayern Múnich campeón de la Champions League.











Es una verdadera lástima por el Borussia Dortmund porque ha completado una campaña excepcional. Sin embargo, el Bayern Múnich, tras haber perdido la Final de Madrid y la Final de Múnich en 2010 y 2012 respectivamente, merecía alzar por fin la "Orejona".


Con ésta ya cuenta el Bayern con 5 Champions (o antiguas Copas de Europa). Empata así en el tercer lugar con el Liverpool y tiene sólo por delante al Milan (con 7) y al Real Madrid (con 9). Jupp Heynckes finaliza su etapa en el Bayern y en el fútbol alemán (según él mismo ha confirmado) ganando Bundesliga y Champions y con la Copa aún en el aire, de ganarla se convertiría el Bayern en el primer equipo alemán en lograr el triplete. Habrá que ver qué novia le sale a Heynckes para la próxima temporada... En cualquier caso, muy difícil tendrá Guardiola igualar lo que ha conseguido este Bayern.





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