Nueva derrota del Real Madrid en Liga, esta vez frente al Málaga y con la asombrosa suplencia de Íker Casillas como noticia del día. Los de Mourinho están ya a 16 puntos del Barça y ahora sí los blaugranas son completamente inalcanzables para los blancos. Los madridistas deberán echar el resto en la Copa del Rey y en la Champions para tratar de maquillar el espantoso ridículo que protagonizan en la Liga.
La primera parte, como viene siendo habitual en lo que va de temporada, fue bastante floja. El Real Madrid no brilló aunque es cierto que bien podrían haberse ido por delante al descanso. Cristiano Ronaldo hizo una gran primera mitad pero se volvió a quedar sin premio lejos del Bernabéu y falló la ocasión más clara del partido al fallar un tiro solo con el portero vencido.
En la segunda mitad, los andaluces se quitaron de encima el dominio blanco del primer tiempo y dieron un recital de juego en los 10 primeros minutos, en los que bien podría haber encajado el conjunto merengue cuatro o cinco goles. Fue precisamente en la primera ocasión de la que disponía el Málaga en el partido (minuto 48) en la que llegaría el primer gol después de un pase de Joaquín a Isco que marcaría tras una gran maniobra. En el minuto 65 empataría el Real Madrid en una carambola en el área que supondría el gol en propia puerta de Sergio Sánchez. A partir de ahí el Real Madrid pareció recuperar el control del partido y cuando todo el público de la Rosaleda temía que el 1-2 de los blancos estaba al caer, los blanquiazules anotaron el 2-1, fruto de una contra que remató Joaquín de tacón, y tras el rechace de la parada de Adán, empujó Santa Cruz. En otro latigazo del Málaga, Santa Cruz marcó su segundo (y el tercero de su equipo) con un buen disparo al palo corto. El 3-2 del Real Madrid se hizo efectivo tras una recuperación de Özil (pérdida imperdonable de Camacho) y asistencia a Benzema. Lejos de mejorar su juego, el Real Madrid volvió a buscar remontar con pelotazos largos al área tan inútiles como en el resto de partidos que los han dado.
El Málaga mereció perder la primera parte y golear la segunda aunque acabó pidiendo la hora contra un Real Madrid a la deriva. No entiendo por qué Mourinho ante las bajas de los laterales del equipo no da la oportunidad a algún canterano. Jugó Essien en el lateral derecho: mal; Arbeloa en el izquierdo, que si ya tiene problemas atacando por la banda derecha a pierna cambiada se acentúan aún más: mal; y Callejón en la segunda parte en el lateral zurdo, que ni ataca lo que debería, ni defiende porque no sabe.
El Madrid deberá pensar ahora en remontar en Copa ante el Celta y en el Manchester United, pero si no cambian mucho las cosas, me da que no serán mejores los resultados del equipo de los que está consiguiendo en Liga. Por otro lado, Isco, recientemente nombrado "Golden Boy 2012" (mejor jugador del mundo menor de 21 años), cuajó un auténtico partidazo y demostró por qué ha recibido el premio. 
