martes, 26 de agosto de 2014

Derrota del Córdoba con sabor a victoria en su regreso a Primera


Siempre es difícil aclimatarse al nivel de la Primera División para los recién ascendidos, más aún cuando llevas muchos, demasiados años, sin pisar un estadio de la máxima categoría. El Córdoba ayer, por si fuese poco, volvió al césped de élite y no a un césped cualquiera; se enfrentó al Real Madrid en un Santiago Bernabéu abarrotado por cerca de 80.000 almas. Nada se le puede reprochar al conjunto verdiblanco por su derrota por 2-0, al contrario, su actitud y disposición táctica fueron dignas de elogio y sin duda saldrá reforzado del feudo del actual campeón de Europa.


Los de Ancelotti tienen objetivos bien distintos. Después del fiasco de la Supercopa de España y su temprano adiós a un sextete de ensueño, se quería ganar y dar buena imagen para comenzar con buen pie la Liga, el único trofeo que se les escapó la temporada pasada. Se ganó, pero no se convenció ni mucho menos. El inicio del choque fue lento, sin ritmo y con alto riesgo de provocar adormecimientos severos. Kroos hizo de Xabi Alonso y el tolosarra se quedó en el banquillo. Ésa fue quizá la mejor noticia para los merengues: el alemán tiene muy buena pinta como heredero de Xabi. El Madrid se encontró con un gol a balón parado en un córner sacado por Kroos y remachado a la perfección por Benzema. Mejoró el equipo blanco y se hizo con el control absoluto del partido, pero el "buen" fútbol le duró hasta el descanso.


El "Chapi" Ferrer arengó a los suyos en el descanso con palabras valientes y las fue secundando con cambios ofensivos en los primeros minutos de la reanudación. El Córdoba, sin nada que perder, buscó el empate en el Bernabéu y lo mereció. Fue mejor que un Madrid espeso que se diluía lentamente. James en el centro del campo se pierde. Lejos del área pierde peligro y aún debe aprender lo que quiere Ancelotti de él (veremos si le sale bien al Madrid el cambio de cromos por Di María). Bale y Cristiano, desaparecidos de combate. El portugués sigue jugando medio lesionado y la incógnita es cuánto tiempo podrá seguir así y si se recuperará del todo sin forzar un parón y descansar. 

Fede Cartabia, salido desde el banquillo, le dio al Córdoba lo que le había faltado en la primera mitad: la sensación de poder crear peligro. Así, con un Córdoba extra motivado y un Real Madrid cansado y con las ideas muy poco claras, los locales acabaron pidiendo la hora. Fue el de siempre, CR7, quien instaló el alivio en la grada al aparecer en el 89' para transformar un disparo lejano. 2-0 y primeros tres puntos para el Madrid en su pelea por la Liga. Para el Córdoba, la cosa empieza ahora…