Ayer se vivió un momento histórico en el fútbol español. El último Athlétic Real Madrid que se disputará en San Mamés. El conjunto bilbaíno contará la próxima temporada con un nuevo estadio y dice adiós a "La Catedral" del fútbol. Los blancos se dieron una dulce despedida; amarga para los leones que sufrieron una derrota por 0-3.
El choque estaba cargado de emociones. Por un lado, el Athlétic quería brindar a su afición una victoria en el último encuentro en el que se enfrentarían a semejante rival en tan histórico estadio; por otro Casillas se reencontraba por última vez con el campo que vio su debut en Primera División por aquel 1999. Mourinho, impasible, siguió sin confiar en su capitán a pesar de lo especial de la situación.
El primer minuto de juego superó con creces a los otros 89. Cristiano Ronaldo provocó una falta que él mismo se encargó de ejecutar. Golpeó a la vieja usanza: con rosquita por encima de la barrera. Desterró en aquella ocasión la "folha seca" y le funcionó. Golazo del portugués y 0-1 para los blancos. A raíz del gol, mismo guión liguero de siempre. Se adelanta el Madrid y se echa a dormir, aunque esta vez mucha culpa del adormecimiento madridista la tuvo el rival, que supo plantar cara y mereció ganar en la primera parte. El Athlétic presionó muy arriba y muy bien y trató la pelota con mimo y eficacia. Por momentos rememoró al gran Athlétic de la temporada pasada, al equipo que tan cerca estuvo de alcanzar la gloria. Ander Herrera se autoproclamó dueño y señor del medio del campo, ayudado por un Modric que cuajó probablemente sus peores 45 minutos post-Manchester. Diego López fue de nuevo el encargado de mantener a raya a los rojiblancos y protagonizó las dos mejores paradas del encuentro y de las mejorcitas que ha hecho en el Real Madrid.
La segunda mitad giró el rumbo del encuentro y el Athlétic se comenzó a arrepentir de no haber materializado sus oportunidades de gol. El Madrid doblegó a los leones y obtuvo el control del partido. El Athlétic notó demasiado el cansancio por el esfuerzo realizado en la primera parte y la remontada se tornó impensable. El segundo del Real Madrid llegó de otra falta con mismo protagonista. No obstante, esta vez no fue de golpeo directo sino un centro al área que remataría de cabeza soberbiamente CR7. El tercero terminó de hundir a los locales. El "Bicho" en la frontal del área jugó con Higuaín y éste, con un disparo cruzado muy colocado, puso el 0-3 en el electrónico.
En el minuto 80 Cristiano Ronaldo se retiró con dos golazos y una asistencia para dar entrada a Morata. La afición de San Mamés, a pesar de las derrotas de su equipo, siempre ha entendido mucho de fútbol y ha sabido ovacionar al rival cuando se lo merecía dando ejemplo a muchas otras aficiones. Me sorprendió pues que ayer un tal Cristiano Ronaldo, con la exhibición que dio, se retirase del terreno de juego con el sonido del viento acompañándolo. Mal detalle en el último partido que se verá a Cristiano Ronaldo en "La Catedral".
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