El Ciutat de Valencia estuvo a punto de convertirse nuevamente ayer en el infierno merengue. El orgullo madridista salió a relucir en los cuatro minutos añadidos al final y se dio la vuelta a un partido que parecía perdido. 2-3 que salva de la catástrofe al equipo de Ancelotti, 2-3 que evita echar la Liga al traste en octubre (como el año pasado)...
La primera parte tuvo poco de fútbol que contar. El Levante controló al Madrid, pero sin hacer daño. Y el Madrid... ¡en fin! ¿Quién sabe a qué juega el Madrid esta temporada? El encuentro, muy trabado, estuvo en constante interrupción por las numerosas faltas que cometían los dos equipo. Faltas, más que por intensidad, por desgana. De lo poquito a destacar de una soporífera primera mitad, el paradón de Diego López antes del descanso a un potentísimo disparo de Babá. Desde luego, si algo tiene bien cubierto el Real Madrid esta temporada es la portería...
La segunda parte comenzó con un Levante volcado sobre el área blanca. Sólo la poca eficacia en los metros finales evitó un inicio desastroso para los merengues. Eso sí, una entró. En el minuto 57, un contraataque liderado por Xumetra, finalizó en pies de Babá, que esta vez sí, batió a Diego López. Justo después entró Marcelo por Coentrao, fatal de inicio a fin. Con Marcelo el ritmo del juego cambió. La banda izquierda monopolizó el ataque blanco e, incluso, el Madrid hilvanó buenas jugadas durante unos minutos (algo sorprendente esta temporada). En el 61, Ramos empató en un córner con un remate lleno de coraje. El Madrid se vino arriba pero el apretón duró poco. Morata y Jesé entraron en el campo por Isco (mal) y Benzema (bien, pero no tan bien como debería). Los dos canteranos se echaron el equipo a la espalda, sabedores de lo que significa el escudo que llevan al pecho. No brilló el Madrid, pero al menos con ellos en el campo fue ambicioso. No obstante, el Levante dio la sorpresa. El Zhar, aprovechando una mala salida de Diego López y la empanada general de la defensa merengue, hizo el 2-1 en el minuto 86. Fue entonces cuando salió a relucir la verdadera casta madridista, esa que consigue lo imposible. En el minuto 90, una genial jugada de Jesé y un buen pase de primeras de Varane (jugando ya de delantero centro), desembocaron en el empate a dos de Morata, héroe en el Ciutat por segundo año consecutivo. Aún faltaba por poner la guinda del pastel. Con el partido agonizando, Cristiano Ronaldo recibió en el área y marcó para desesperación del equipo de Caparrós. No fue un bello tanto del portugués, pegó en un rival y entró llorando, pero fue su granito de arena en una remontada con muchos huevos y poco fútbol.
Hombres a destacar: Varane, Marcelo, Jesé y Morata. Varane perfecto todo el partido, está llamado a marcar una época en la defensa del Real Madrid. Marcelo mejoró al equipo y demostró, una vez más, ser con creces el mejor lateral izquierdo que tiene su equipo. Jesé y Morata le dieron al Madrid el empujón que necesitaba, sin ellos no habría sido posible la remontada. Positivo: el Madrid se llevó los tres puntos. Negativo: este equipo sigue sin saber a qué juega y de seguir así los títulos serán misión imposible. Tiene mucho trabajo Ancelotti por delante.
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