jueves, 3 de octubre de 2013

La Champions es otra historia


El Santiago Bernabéu dejó aparcadas a un lado las dudas que está ofreciendo el Real Madrid en Liga y disfrutó de una nueva goleada blanca en Europa. Esta vez, la víctima fue un paupérrimo Copenhague al que se le endosó un contundente 4-0. El Madrid fue de menos a más y completó una segunda mitad bastante buena. 

Carlo Ancelotti utilizó el choque de experimento y probó con dos nuevos sistemas de juego. La primera mitad y buena parte de la segunda, se jugó con un 4-3-3, con tres medios puros (Modric, Khedira e Illarra), Di María y Cristiano de extremos, y Benzema de ariete. A falta de 15 minutos aproximadamente se varió al 4-4-2 con la introducción de Morata. Además, Ancelotti aprovechó el flojo nivel del rival para dar entrada en el once titular a Varane y Marcelo, que volvieron a la alineación tras sus lesiones, por Ramos y Coentrao. Carvajal sustituyó a Arbeloa y, como parece que sucederá en toda la Champions, Casillas a Diego López.

Los primeros 45 minutos de los merengues fueron grises, aunque comparados con los partidos frente a Elche y Atlético parecieron celestiales. Los de Chamartín dominaron la posesión del esférico y controlaron el partido, pero faltó verticalidad y velocidad en muchas fases de la primera parte. Se echaba de menos esa chispa de magia, de imaginación, de calidad. El juego se embellecía cuando pasaba por las botas de Benzema (que dejó destellos de su inconmensurable talento, pero sigue sin despuntar esta temporada) sin llegar a generar peligro, eso sí. Una evidencia fue lo mucho que echaba de menos a Marcelo. En forma, el brasileño es el mejor lateral izquierdo del mundo (al menos, ofensivamente). Sus incursiones por la banda izquierda, caños incluidos, recuperaron la sonrisa de una afición que parecía perdida. Un gran centro de Marcelo y una horrible salida de Wiland, meta del Copenhague, permitieron a Cristiano Ronaldo marcar el primer gol del partido con un buen remate de cabeza. A pesar del dominio merengue, el Copenhague pudo empatar al filo del descanso. Una salida en falso de Casillas al saque de un córner, propició la mejor ocasión de los daneses que despejó Luka Modric en la línea de gol.


La segunda mitad mejoró considerablemente. Modric, Illarra y Benzema combinaban, mientras Cristiano y sobre todo Di María metían la sexta marcha. El segundo tanto madridista fue una obra de arte. Sin duda uno de los mejores goles que hemos visto (y se verán) en esta Champions 2013/14. Benzema cedió de tacón a Di María dentro del área, éste centro de rabona y Cristiano, otra vez de cabeza, metió el 2-0 que dejaba visto para sentencia el partido. Di María remató su gran noche poniendo el tercer gol, con un gran disparo desde fuera del área, y el cuarto, en el tiempo suplementario. Con el partido ya sentenciado se produjeron los cambios. Entró Isco (66'), Morata (74') y Jesé (81') por Modric, Khedira y Benzema (inexplicablemente el francés se retiró entre pitos). Con la entrada de Morata se pasó del 4-3-3 al 4-4-2, con Cristiano y Benzema arriba (Morata ocupó una banda), y después con Cristiano y Jesé en punta. El minuto 93 sirvió anoche para que Íker Casillas se luciese con tres muy buenas paradas (una de ellas espectacular) y se llevase la ovación de todo el Bernabéu.











De momento, la Champions está siendo coser y cantar para los madridistas, que anoche se convirtieron en el primer equipo en alcanzar la cifra de diez goles en las dos primeras jornadas de la fase de grupos de la Champions League. De hecho, si consigue ganar a la Juventus el próximo partido y Galatasaray y Copenhague empatan, el Madrid estará clasificado ya para octavos de final, habiéndose disputado tan solo tres jornadas. Ahora toca mejorar la imagen, el juego y los resultados en Liga, asignatura pendiente de esta temporada.



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