viernes, 21 de junio de 2013

Pachanga de patio de colegio


Lo de ayer tuvo más de reivindicación del fútbol amateur que de partido de fútbol de una competición oficial y supuestamente importante como es la Copa Confederaciones. La diferencia entre España y Tahití era tan abismal que la vigente campeona del mundo, con los suplentes y a medio gas, consiguió endosar a su rival un 10-0. Goleada que queda para la historia al convertirse en la mayor diferencia jamás presenciada en el mítico estadio Maracaná.










Los jugadores de Tahití (entre los cuáles sólo había uno profesional) cumplieron un sueño al enfrentarse cara a cara con muchos de sus ídolos. Fueron en todo momento un ejemplo intachable de deportividad y a pesar del resultado disfrutaron como peces en el agua. El encuentro en sí tiene poco que comentar. Recordó a aquellos partidos de colegio en los que acababan jugando los "buenos" contra los "malos" y en los que el resultado no es lo importante sino disfrutar y pasarlo bien. Ese objetivo queda cumplido aunque la Fifa debería pensar si tiene sentido que se dispute un torneo con estas características en el que las diferencias entre unos equipos y otros son tan notables.


Respecto al combinado español. Sólo repitió Ramos del once contra Uruguay. Salió Reina en portería y Torres y Villa arriba como antaño. Existía también cierto pique por intentar superar la marca de Raúl que marcó 4 goles contra Austria en un solo partido. Torres la igualó (y pudo haberla superado de no fallar un penalti), Villa hizo tres, dos Silva y cerró la goleada Mata.


Ahora España (con el primer puesto de grupo en el bolsillo) recibirá a Nigeria en el último partido antes de las Semifinales. Los tahitianos ya tienen algo que contar a sus nietos...



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