El Real Madrid continúa con su excepcional estado de forma y fue capaz de golear a un Rayo Vallecano que le complicó las cosas en la primera mitad. El 5-1 habla por sí solo de un equipo que va a ritmo de récord. Los de Jémez soportaron el potencial blanco hasta la segunda mitad, pero el Madrid hizo valer su superioridad para marcar, una jornada más, un saco de goles a su rival.
Poco tardó el Madrid en adelantarse en el electrónico. Una gran jugada blanca finalizó con Gareth Bale empujando la pelota bajo la línea a pase de Toni Kroos. Pese a la prontitud (corría el minuto nueve de partido) el Rayo no se vino abajo, sino que se motivó para intentar reponerse de este mazazo inicial. La perfecta colocación del Rayo y su presión colectiva sobre el balón complicaron mucho las cosas al Madrid, que presentó serias dificultades para sacar la pelota jugada. Está claro que con Bale el tridente de arriba del Madrid es temible (de hecho, el galés fue el mejor de los primeros 45 minutos), no obstante, sin Isco y James juntos en el campo las combinaciones del equipo disminuyen su cantidad y calidad considerablemente.
Cuando el descanso se vislumbraba ya en el horizonte, llegaron dos goles que no muchos esperaban. Ramos marcó con la rodilla un córner colgado por James en el cuarenta, y cuatro minutos más tarde un fallo garrafal del propio James dejó vendido a Keylor Navas, anotando Bueno el primero del Rayo a puerta vacía. El gol del Rayo daba esperanzas a los bucaneros, a la vez que recompensaba su buena primera mitad.
El guión del encuentro permaneció inalterable diez minutos; el tiempo que tardó Kroos en anotar uno de los goles más bellos en lo que va de temporada. El disparo desde fuera del área del alemán fue un claro ejemplo de que más vale calidad que potencia. Su tiro raso parecía flojo y desviado para crear peligro a Cristian Álvarez, pero una rosca de ensueño provocó que el portero rayista tuviese que ir a buscar la pelota al fondo de su red. En el 59' Benzema marcó en fuera de juego el cuarto y, a partir de ahí, el Rayo bajó los brazos definitivamente y el cuero fue monopolizado y mimado por los merengues.
Cristiano Ronaldo, que completó su peor partido en lo que va de temporada, no quiso quedarse sin marcar en el día que presentaba su tercera Bota de Oro al Bernabéu. Su tanto llegó en el minuto 83, fallo de Cristian Álvarez mediante, y permitió al portugués sonreír por primera vez en el choque. Cristiano, con 17 goles en Liga, sólo es superado por cuatro equipos (Real Madrid incluido) en número de goles.
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