Paseo blanco contra el Getafe

El Real Madrid se impuso ayer por un contundente 4-1 al Getafe en uno de los derbis madrileños de Primera División. La superioridad del conjunto merengue fue palpable en todo momento, pese a que el Getafe se adelantó en el marcador. Cristiano Ronaldo superó a Hugo Sánchez en número de goles y ya es el quinto máximo goleador de la historia vikinga con 208 tantos.

Apenas hubo transcurrido un minuto, Benzema erró una oportunidad clara de gol en el primer aviso de lo que iba a ser una larga noche para el Getafe. Daba la sensación de no tener rival el Madrid. El Getafe, muy flojo, no fue el de otras temporadas que lucha contra el gigante blanco hasta la extenuación. Sin embargo, cosas del fútbol, fueron los azulones los que tomaron ventaja en el minuto 5. Lafita adelantó a los suyos con un disparo que tocó en Pepe y despistó a Diego López. El 0-1 fue un espejismo en la inmensidad del desierto, un accidente sin consecuencia alguna. La distribución de Illarramendi (que se estrenó ante su público), la entrega de un incombustible Di María, el buen hacer de los laterales Carvajal y Arbeloa y, como siempre, la genialidad de Cristiano, contribuyeron a que ya en la primera parte el Real Madrid diese la vuelta al partido. Una falta botada por Di María y muy bien rematada por Cristiano, acabó suponiendo el empate que lograría Pepe tras el rechace de Moyá. Ya en el minuto 33, una falta de Cristiano era repelida por las manos de Míchel, que dentro del área suponían la pena máxima. CR7 no falló e hizo el 2-1 con el que se alcanzó el descanso.

La segunda parte nos dejó tres ocasiones consecutivas de Benzema, de las muy muy claras, que se irían al garete. El público del Bernabéu, o al menos parte de éste, se impaciento con el francés y la música de viento sonó en el graderío merengue. El encargado de anotar el 3-1 fue Isco, reconvertido en goleador desde su llegada a la capital de España. El malagueño, a pesar del gol y de su intermitencia en el partido, asombró con detalles de calidad que dieron brillo a su mediocre tarde. Con el partido sentenciado fueron entrando Modric, Morata y Jesé por Illarra, Benzema e Isco, respectivamente. El francés, aún estando fallón, recibió el aplauso de una grada que supo recompensar su esfuerzo. Morata desperdició nuevamente una oportunidad con el Madrid, mientras que Jesé salió como una moto dispuesto a reclamar más minutos. El canario provocó la expulsión de Míchel en una gran jugada personal y lo hizo todo bien. Con el tiempo añadido al borde de expirar, el "Bicho" convirtió el tanto más bello de la noche. Golazo con un taconazo de lujo, digno de pasar a ser recordado como "el gol con el que superó al mítico Hugo Sánchez".

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La lesión de Bale en el calentamiento fue lo único amargo que se llevó a los labios anoche la afición madridista.