Fernando Torres acabó con las esperanzas madridistas en el primer minuto del partido y en el primero de la segunda parte marcando por partida doble. El ambiente de remontada fue silenciado por "El Niño", que por fin cuajó su noche soñada en el Santiago Bernabéu

El héroe de Lisboa, Sergio Ramos, se convirtió en villano de una eliminatoria en la que su papel ha sido nefasto. En la ida un penalti estúpido cometido por el de Camas y un error de marcaje propiciaron ambos tantos rojiblancos. En la vuelta, dos fallos suyos volvieron a condenar a su equipo.
Una floja entrada de Pepe en el centro del campo (y la deserción de Carvajal) facilitaron la incursión de Griezmann por banda izquierda. El francés corrió y centró hacia Torres que esperaba en el área. Ramos bailó alrededor de la pelota sin tocarla y el madrileño remató a placer a la escuadra. 46 segundos habían transcurrido y el Real Madrid perdía 0-1.
No se puede decir que el Madrid no lo intentase en la primera parte. Ocasiones tuvo, pero sus disparos se estrellaban con el ejército de piernas rojiblancas que defendían la meta de Oblak. En el minuto veinte, Ramos devolvería la esperanza a la afición merengue. Un error de Oblak en una falta botada por Kroos, dejó solo a Ramos para empujar la pelota a la red y establecer el 1-1. Los madridistas se acordaron del minuto 93 y soñaron por un momento, mas los incesantes ataques en el resto de la primera parte no encontraron premio alguno. El Madrid buscaba un oasis en medio del desierto.
En el descanso los aficionados se alimentaron de bocadillos y de esperanzas. Y volvieron a rugir cuando ambos equipos saltaron al terreno de juego. Esta vez, su ilusión duró aún menos. Una entrega deficiente de Ramos acabó en los pies de Griezmann, el más peligroso del Atleti que volvió a encontrar en Torres a su mejor aliado. "El Niño" tumbó en el área a Pepe con un fenomenal recorte y, pese a chutar blandito, anotó ante la falta de inspiración de Keylor Navas. 1-2, otra vez todo igual. 35 segundos llevaba el cuero rodando…
Carvajal, Ramos, Pepe y Varane (que entraría más tarde por lesión de Pepe) completaron un partido muy malo, lejísimos de su mejor nivel. A eso, hay que añadirle la diferencia de ambos equipos en la presión. El Madrid llegaba siempre tarde y el Atlético sencillamente funcionaba como un reloj suizo. Muy superior el Atleti en el trabajo defensivo. Los errores defensivos del Madrid y, otra vez, la menor intensidad de los blancos resultaron determinantes en el partido.

Cristiano Ronaldo devolvió el empate al marcador en el 54'. Algún jugador blanco decía que aún quedaba tiempo, pero los tres goles que necesitaban daban vértigo y lo cierto es que casi ninguno peleó más por la remontada. Sólo Isco estuvo al brillante nivel que acostumbra, con regates y pases trató de tirar de un carro demasiado desmoralizado. Jesé lo intentó en los minutos que estuvo en el campo (en sustitución de James), corrió al menos, pero no tuvo su día.
Los Raúl García, Koke, Juanfran… se impusieron otra vez sin jugar a nada. El único con fútbol en las botas fue Griezmann que le sirvió dos asistencias a Torres para sentenciar al Madrid. El Atlético se medirá ahora al Barcelona en los cuartos de final de la Copa del Rey, enfrentamiento del que podría anticiparse un finalista claro.
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