domingo, 21 de septiembre de 2014

Ya es oficial: ha vuelto la pegada


Si algo ha definido siempre al Real Madrid ha sido su letal capacidad de hacer goles a la mínima oportunidad. Esta temporada había comenzado con la sensación de haber perdido ese don, esa magia, esa genialidad… Pero la pegada ha vuelto. Los trece goles que ha firmado el conjunto blanco en los dos últimos partidos han devuelto el optimismo a la hinchada merengue. Esta vez la víctima ha sido el Deportivo en Riazor. 2-8, nada más y nada menos y primera vez en la historia que los vikingos alcanzan esa cifra lejos de Chamartín. 

Aunque pueda parecer lo contrario, lo cierto es que el Dépor lo intentó. Espoleado por su afición, que en su vuelta a Primera tenía ganas de ver a los suyos frente al campeón de Europa, comenzó el partido con muchas ganas. En ataque los locales fueron liderados por un Fariña colosal que fue la pesadillas de la defensa madridista. El chaval de 23 años se dio a conocer con una saga de controles y regates que dejaron en evidencia a más de uno de los mejores defensores del mundo. Pero su ambición quedó lastrada en el minuto 28 cuando un pájaro apareció sobre Riazor. CR7 demostró, una vez más, que volar es posible aunque esté al alcance de muy pocos. Un centro de Arbeloa, una carrera lateral del luso, un salto impresionante y unos segundos eternos suspendido en el aire. Testarazo desde el punto de penalti… ¡golazo! Ahí comenzó la fiesta. 


Benzema se gustó y deleitó a todo amante del fútbol. No marcó ninguno de los ocho tantos pero fue el mejor del campo durante los 58 minutos que disputó. La capacidad del francés para combinar desde la delantera es inigualable y cuando tiene libertad de movimientos y está enchufado… ¡es único! Sus demarques regalaron espacios que no parecían existir a Cristiano y a Bale. Su talento con el balón mejoró a su equipo. Fue un pase de Benzema el que permitió a James demostrar que cada vez se acerca más al jugador que vimos con Colombia. El diez blanco controló desde fuera del área y puso la pelota en la escuadra con una rosca insalvable. Poco más podía pedir Víctor Fernández a los suyos ante semejantes goles de superhéroes. 



Acabó por liarla Germán Lux. El meta argentino arrolló a Benzema en una salida inexplicable. La jugada debería haber terminado en expulsión al portero, pero tuvo la suerte de que Cristiano apareció por allí para marcar su segundo de la noche a puerta vacía y el árbitro se hizo el loco. Aún así, un 0-3 se antojaba ya casi imposible de remontar. El Madrid estaba imparable…



Arrancó la segunda mitad y el guión amagó con dar un giro inesperado. Un espejismo… Los primeros minutos del Deportivo fueron muy buenos y Mendunjanin recortó distancia desde los once metros. Los fantasmas de Anoeta se reflejaban en los rostros de la plantilla blanca. Pero el gol del Dépor no llegó. Entró Illarra por Benzema para controlar el centro del campo y la puntera de Bale devolvió la calma por completo al anotar el cuarto gol. Bale hizo el quinto y Cristiano el sexto. Entraron Isco y Chicharito sustituyendo a Modric y Bale. Ambos aprovecharon para reclamar más minutos desde el terreno de juego, que es el lugar de hacerlo. Por si la sangría de goles fuese escasa marcó Toché el 2-6 y Chicharito después dos goles seguidos cuando el partido ya agonizaba. El 2-7 de volea espectacular que compite con el primero de Cristiano y el de James en el premio al gol de la noche. Sí señores. La pegada ha vuelto y asusta…


    

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