jueves, 22 de agosto de 2013

Un mal Barça gana enteros para la vuelta de la Supercopa


Anoche se saldó con empate a uno el partido de ida de la Supercopa de España en el estadio Vicente Calderón. El próximo 28 de agosto tendrá lugar el partido de vuelta en el Camp Nou que decidirá quién conquista el primer título de la temporada: Atlético o Barcelona.

El encuentro fue intenso aunque carente de calidad y brillo en los dos equipos. Simeone volvió a dar una lección táctica con los jugadores de los que dispone y les sacó un rendimiento de lujo. Increíble lo que consigue este entrenador de sus pupilos. La entrega de los jugadores es incuestionable y su alma está con ese "loco" del banquillo que se desgañita por ellos cada partido. El "Tata" Martino no supo reaccionar y el Barça, al igual que la temporada pasada, demostró seguir sin encontrar un plan "B".


El planteamiento del Atleti era claro: presionar a muerte al rival y salir rapidísimo a la contra. La primera parte lo bordaron. Solidaridad sin límites en el trabajo defensivo de los colchoneros que tuvo su recompensa en los inicios del encuentro. En una rápida transición rojiblanca Villa tocó al hueco para Arda Turán que centró de nuevo hacia el asturiano y, éste, de volea, puso el 1-0 en el electrónico. A partir de ese momento el Barcelona controló la posesión, como siempre, pero con ninguna verticalidad en el juego. Pases demasiado lejos del área, sin peligro para el rival y con un Atlético que se deleitaba en la espera. 


El descanso nos dejó la sorpresa de una nueva sustitución de Messi (esta vez por lesión) que dio entrada a Fábregas. Con Cesc el Barça mejoró aunque no lo suficiente como para preocupar al Atlético. El verdadero "run run" se extendió por el Vicente Calderón cuando Neymar comenzó con los ejercicios de calentamiento. El brasileño entró al campo minutos después y en el 66' tras un gran centro de Dani Alves marcó de cabeza el gol del empate. No obstante, puestos a decir la verdad, el nuevo crack del Barça fue lo único que hizo en los minutos que estuvo en el campo, de hecho, parecía contemplar con "cara de póker" cómo los defensas en Europa corren lo mismo que los delanteros, cambio significativo respecto a la liga brasileña...


Dos lunares tuvo el encuentro de ida. El primero, el teatro de Jordi Alba (práctica que lamentablemente cada vez vemos más en nuestro fútbol) que tras recibir una caricia en el pelo de Diego Costa fingió haber recibido un disparo en la cara; y el segundo, un fallo claro de Undiano Mallenco que perdonó a Busquets la segunda cartulina amarilla. 


El choque finalizó con un 1-1 que evidencia más aún el insalvable escalón que existe entre Real Madrid y Barça y el resto de la Liga. Un mal Barça se marcha del Calderón con un resultado excelente y un gran Atlético de Madrid prácticamente dice adiós al título...




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